¿Merece la pena ver ‘La autopsia de Jane Doe’?

Se trata de una película dirigida por el noruego André Øvredal (conocido, al menos por nosotros, por haber dirigido la entretenida Troll Hunter) y que se estrenó en cines en nuestro país de manera especial gracias al “Ciclo Sitges Tour” de Yelmo, que nos ofreció las películas que triunfaron en el festival de Sitges del pasado año. Puedes ver el trailer haciendo clic aquí

El argumento de la película es muy sencillo pero consigue dar miedo y no aburrirte en ningún momento (cosa que no siempre es fácil teniendo en cuenta el número reducido de personajes que nos presenta). Un padre y su hijo trabajan realizando autopsias para el sheriff del pueblo (a quien los fans de Juego de Tronos reconocerán como miembro de la familia Bolton). Un día, el Sheriff aparece con el cadáver de una joven que ha sido encontrada, semienterrada y desnuda, en una casa cuyos ocupantes habían muerto de manera violenta. Sin ningún signo externo aparente que indique la causa de su muerte, padre e hijo irán descubriendo cosas cada vez más extrañas a medida que avanzan en su autopsia.

Autopsia de Jane Doe

Se trata de una película de ambientación opresiva y bien cuidada. Toda ella se desarrolla en el sótano (enorme sótano) de la casa de los protagonistas, lugar donde han establecido su centro de trabajo, incluida su propia morgue. El filme avanza paso a paso (algunos podrían decir que resulta lento en ocasiones, pero nada más lejos de la realidad) pero con firmeza. En cada escena descubrimos un nuevo misterio en el cuerpo de esta Jane Doe (típico nombre que los estadounidenses dan a individuos sin identificación de ningún tipo), y esto nos acercará un poco más a la resolución del misterio. No podemos revelar gran cosa de los sucesos que acontecen a padre e hijo durante la autopsia sin entrar en spoilers, pero basta decir que el argumento está bien hilado y nos hará dudar, en ciertos momentos, si todo lo que estamos viendo está sucediendo realmente o no son más que imaginaciones de los protagonistas.

SPOILERS Sí es cierto que algunos elementos y escenas se ven venir de lejos y el espectador atento (y consumidor habitual de películas de terror) podrá predecirlas con bastante antelación. Por ejemplo, el vistazo que echamos a los cadáveres de la morgue y la causa de sus respectivas muertes es, evidentemente, un recurso para que podamos reconocerlos luego fácilmente. Y no sólo eso, al ser cadáveres que SABEMOS que estaban físicamente en el edificio, y no simples muertos sin más que pueden ser apariciones, el miedo que inspiran es mayor porque la posibilidad de que el daño que hagan sea físico es mayor. Así, cuando escuchamos esa campanilla (que SABEMOS que está atada al tobillo del cadáver sin rostro), el escalofrío que nos recorre es precisamente porque ya hemos visto a quién pertenece y no queremos que ande caminando por ahí suelto. Esto vuelve a ocurrir con el agujero que abren en la madera de la puerta al más puro estilo Jack Nicholson, porque la cara de la mujer con ojos y boca cosidos es el recurso más impactante para colocar ahí, cuando la cámara enfoca a través del agujero en cuestión.

Autopsia de Jane Doe2

Incluso a pesar de ser predecible en ese tipo de escenas (desde el principio, cuando el gato está en los túneles de ventilación cazando y el protagonista se asusta sin razón, hasta más tarde, cuando hay algo cazándole a él y ya tenemos motivos para ir asustándonos), el efecto que consiguen es bueno. Consiguen meterte el miedo en el cuerpo, que quieras salir de ese sótano pitando, que no te atrevas a mirar el reflejo en ese espejo que hace esquina, que estés en tensión un buen trecho de la película y casi hasta la última escena no empieces a respirar con normalidad. 

Y, por supuesto, la identidad de Jane Doe es fuente de teorías durante toda la película (bueno, hasta que los protagonistas se dan cuenta, en realidad). Víctima, verdugo, vampiresa, poseída, adolescente falsamente acusada de brujería, bruja de verdad… Aunque la actriz no hace más que estar tumbada en esa mesa de autopsias (trabajo encomiable, por cierto), se las arregla para dar mal rollo. Ojos abiertos, boca entreabierta, esa mirada fija e impasible incluso cuando la mueven para extraerle el cerebro, cuando acaban prendiéndole fuego…estará muerta pero parece que va a parpadear en cualquier momento. 

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Ahora que podemos hablar sin miedo a estropearos el argumento, queríamos hacer una pequeñísima reflexión sobre el trato de las brujas en esta época. Al igual que ocurrió con los vampiros, hombres lobo e incluso el monstruo de Frankenstein, estos monstruos clásicos han sido devaluados en los últimos años, siendo convertidos en atractivos jóvenes que buscan liarse con cuantos humanos puedan, perdiendo la esencia de horrores sobrenaturales que nos daban caza para devorarnos de forma sangrienta y gore. Para nuestra desgracia, estas películas para adolescentes ganaron mucho dinero, lo que hizo que mucha gente se sumara al carro de esta prostitución de los pobres monstruos. Por eso películas como esta Autopsia de Jane Doe, como The Witch o como su predecesora El proyecto de la Bruja de Blair, y cómics como Harrow County o Wytches nos apasionan. Y por eso nos encanta que estas películas tengan buenas críticas, y nos hace mantener la esperanza de que ayuden a reflotar la dignidad del género de terror de los monstruos clásicos, sumándose a obras del género vampírico como 30 días de oscuridad (tanto cómic como película), American Vampire (cómic) o El Aviador nocturno (película y relato de Stephen King) FIN DE SPOILERS

En conclusión, una peli de terror entretenida que consigue lo que persigue, y que nos ha recordado a otras del género como The Witch, It Follows o La Invitación, por ese tono independiente bien llevado que nos han dejado con muy buen sabor de boca.

Autopsia de Jane Doe

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